Para muchos esta época a sido la oportunidad de compartir mas con su familia y por tanto motivo de felicidad, sin embargo también para otros, ha sido un tiempo difícil, de mucho estrés y por tanto de muchos conflictos familiares. Ya que pasamos todo el día en la casa, se hace necesario cuidar de la convivencia con nuestra familia y poner especial atención para no herir a las personas que mas queremos.
Aunque es normal por momentos estar irritables por la angustia, la ansiedad, la incertidumbre o el encierro, hay que evitar las discusiones, ser tolerantes, flexibles, pacientes, amables, amorosos, dejando el egoísmo y sirviendo a los demás miembros de mi familia y participando, para el bienestar común, asumiendo nuestras responsabilidades. También debemos mantener y cultivar telefónicamente nuestras relaciones interpersonales o nuestros amigos.Cultivar nuestra parte espiritual, cuidar el sueño, hacer algo de ejercicio en casa,hacer cosas que nos gusten, no sobrecargarnos de información o del uso de la tecnología.
Ademas es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Respetar la diferencia:
Muchas veces se presenta intolerancia en el hogar por que el otro tiene gustos que yo no comparto, no hace lo que yo quisiera, o distribuye su tiempo, de forma muy diferente a mi. Por ello hay que tener mucha paciencia y tolerancia ante la forma de pensar diferente de los demás miembros de mi familia, respetar sus espacios y su forma de entretenerse.Aprender a convivir con los hábitos y costumbres de los otros.
-Entender que todos luchamos por lo mismo y somos equipo y por tanto tenemos que colaborarnos.
-Establecer horarios y tareas para todos, lo cual nos ayuda también a estar ocupados y darle sentido a nuestro día y enseñarle el valor de la responsabilidad a nuestros hijos.
-Comunicarnos y aprovechar para compartir y escuchar a nuestra familia
-Aprovechar el tiempo libre para recrearse y descansar,con juegos de mesa por ejemplo.
-Aprender el arte de negociar o llegar a acuerdos, en este caso con nuestra familia.
-Aunque estamos trabajando y estudiando en casa , igualmente se deben seguir unos protocolos o normas de convivencia escolar, para interactuar digitalmente; es por ello que te recomiendo veas atentamente el siguiente vídeo.
Quizás te has dado cuenta que en estos tiempos, se nos está poniendo a prueba "de que estamos hechos" como se dice comúnmente. Se ha puesto a prueba nuestro valor, paciencia, estabilidad emocional, resistencia, tolerancia, emprendimiento, creatividad y muchas otros rasgos que pueden hacer parte de tu personalidad o que si no, te ha tocado adquirir para enfrentar los diferentes retos que actualmente se presentan ante esta pandemia.
Existe ademas aquello que en salud se llama "factores protectores"; que son precisamente todos aquellos factores físicos, mentales, emocionales y también espirituales que nos pueden proteger ante los riesgos o eventos adversos, que se puedan presentar y nos sirven para estar prevenidos o mejor, para estar protegidos, ante sucesos inesperados.
Hoy vamos a hablar de algunos factores espirituales que pueden ayudarnos a afrontar mejor esta crisis:
-Primeramente y ante todo esta el amor. Se dice que el amor ahuyenta el miedo y que cuando nos sentimos amados, nos sentimos protegidos, mas seguros de si mismos, para enfrentar cualquier situación. El amor puede provenir de nuestros padres, hermanos o familiares, pero también de nuestros amigos, de Dios y mas importante aun, de nosotros mismos. Cuando me amo a si mismo, saco fuerzas, me tolero, me perdono, me tengo paciencia, no me juzgo, me acepto tal como soy, me brindo felicidad y confió plenamente en mis capacidades para afrontar cualquier reto y tengo Fe en que todo va a salir bien con la ayuda de todos, de mi mismo y de Dios y soy capaz de dar amor y apoyo a los demás.
-Segundo esta la humildad que significa reconocer que somos vulnerables, a veces débiles, que podemos sentir miedo,que nos equivocamos, pero ante todo humildemente reconocer que somos capaz de levantarnos muchas veces y corregir nuestros errores; porque para eso estamos en este mundo, para aprender y ser mejores cada día. lo cual en el fondo es reconocer cuanto nos apartamos de Dios por momentos, despertar, tomar conciencia y volver siempre a él , como el hijo arrepentido que vuelve a casa.
- Altruismo: Es esa cualidad de ser capaz de desprenderse, de compartir, de dejar a un lado el egoísmo, que no es mas que el miedo a perder lo poco que tenemos; tiene que ver con el sentimiento de compasión por los demás y por si mismo, que no es tener pesar, sino por el contrario aceptar y perdonar y también con la excelente cualidad del servicio a los demás, que es nuestra verdadera razón de ser en esta vida. porque como dice San Francisco dando, recibo y perdonando es como tu nos perdonas y es que todo lo que demos o hagamos a los demás, parte primero de nosotros mismos y por lo tanto nosotros somos los primeros en sentirlo y recibirlo.
-El desapego, muy unido al anterior significa ser capaz de vivir sin depender de muchas cosas pero también de personas, lo cual te hace sentirte libre. no debemos poner nuestra felicidad en lo que tenemos o en las personas que nos rodean, la felicidad solo esta en "Dios".
-Vivir el presente, otra importante cualidad espiritual que se logra con la meditación, que no es más que concentrarse en el presente y disfrutarlo, siendo feliz con lo que se nos "presenta",sin estar anticipando ansiosamente lo que aun no ha llegado en el futuro o estar lamentándose por lo que ya paso; dejándote constantemente bloqueado, paralizado, atado o anclado.
Ser espiritual es mas que una creencia en cualquier credo religioso; es mas una vivencia o experiencia cotidiana; es darse cuenta o ser conscientes que somos espíritus con experiencias materiales o físicas y no seres materiales o físicos con, de vez en cuando, experiencias místicas o espirituales. Ser espiritual es darse cuenta que todo cuanto nos rodea es una manifestación de Dios e incluso nosotros mismos, con nuestras debilidades y aparentes imperfecciones ,es tener ese sentimiento de unidad, trascendencia y eternidad permanentes, que nos libera de conceptos, etiquetas y limites que nosotros creemos ciertos y nos hemos puesto y de miedos que no nos permiten creer en nuestro verdadero potencial y descubrir la grandeza que habita en nosotros.
